Un Legado Ancestral en su Hogar
Descubra la magia del norte de Perú con este impresionante jarrón de cerámica de Chulucanas. Más que un simple objeto decorativo, esta pieza es un puente hacia una tradición milenaria, heredera de la cultura Vicús, traída a la vida por manos artesanas expertas bajo principios de Comercio Justo.
Diseño y Estética Hipnótica
Este jarrón presenta una forma ovalada y esbelta, definida por un patrón gráfico audaz y fluido. Una serie de formas que evocan "gotas" o relojes de arena interconectados crean un ritmo visual fascinante alrededor de la pieza. El dramático contraste entre el profundo marrón oscuro (casi negro) y el tono crema natural de la arcilla lo convierte en un punto focal instantáneo, capaz de aportar sofisticación tanto a ambientes minimalistas como rústicos o bohemios.
Técnica Milenaria: El Arte del Ahumado
Cada jarrón es único, elaborado completamente a mano sin el uso de moldes industriales. La característica paleta de colores no proviene de pinturas químicas, sino de una técnica tradicional de "negativo" y un proceso de cocción reductiva. Los artesanos utilizan el humo de hojas de mango para impregnar la arcilla del color oscuro intenso, mientras que las zonas claras se protegen con engobes de arcilla líquida. Finalmente, la pieza se bruñe con piedras de río para lograr ese acabado satinado y suave al tacto, tan característico de la auténtica cerámica de Chulucanas.
Detalles del Producto y Cuidado:
Origen: Chulucanas, Piura, Perú.
Material: Arcilla natural, pigmentos de tierra y humo.
Técnica: Modelado a mano, técnica de negativo y ahumado con hoja de mango, bruñido a piedra.
Patrón: Geométrico fluido de gotas en contraste oscuro/claro.
Uso y Cuidado: Debido a su naturaleza porosa y técnica de baja temperatura, la cerámica tradicional de Chulucanas es principalmente decorativa. No se recomienda para contener agua directamente (utilice un inserto de vidrio o plástico si desea poner flores frescas). Limpiar solo con un paño seco y suave; evite productos químicos abrasivos.
